miércoles, junio 19, 2019

Mariana

(En honor a la novela Las Batallas en el  Desierto del poeta José Emilio Pacheco)


Por alto que esté el cielo en el mundo,

por hondo que sea el mar profundo…

También nosotros, José Emilio,

tuvimos nuestras Batallas en el Desierto,
nuestra infancia en una extinta Colonia Roma,
nuestro despertar en una arcaica versión de México.

Corrían los años noventa.

Se hablaba de la caída del Muro de Berlín
y de la disolución de la Unión Soviética.
En la escena musical el Nevermind de Nirvana
destrozaba al Dangerous de Michael Jackson.
Y en nuestro país salía de las montañas
el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional.

Estudiábamos la primaria en una escuela

que se ha convertido en polvo, nube, ripio.
A la hora del recreo jugábamos una “cascarita”
con Jim, Rosales y el chino japonés.
Veíamos la tele, oíamos la radio, íbamos al circo…
pero nada nos interesaba tanto
como la inasequible Mariana.

no habrá una barrera en el mundo

que mi amor profundo no rompa por ti.

Mariana, que era la madre de Jim,

pero que también sería la profesora Cecilia
y la veinteañera universitaria de piernas largas.

Ahora sabemos que no estábamos enfermos,

que no éramos unos retrasados mentales,
que acudir al clérigo de la cuadra
no salvaría nuestra pequeña mente insana.

Simplemente nos habíamos enamorado

con el absurdo e ingenuo amor infantil.
Poco importaban el mundo y los mundanos,
sus locuras carecían de cualquier atractivo.
Lo único importante en aquellos días
era el prohibido aroma de esa mujer.
Nuestra primera tragedia se gestaba.

Luego, llegaron las pérdidas usuales

en el paso de niño a adulto. Crecimos.
Sin advertirlo terminaron en el armario
el parque, el recreo, los juegos infantiles;
el entusiasmo del corazón sin historia.
Dejábamos de una vez y para siempre
la edad en la que el tiempo no amaga .

Amor es el pan de la vida,

amor es la copa divina…

Sí, José Emilio,

también los que fuimos niños
en la última década del siglo veinte
tuvimos nuestras Batallas en el Desierto
y amamos a una inconquistable Mariana
que terminó perdiéndose junto con el barrio,
la ciudad, los amigos: todo aquello que existió
en una edición de México ya agotada.

… amor es un algo sin nombre,

que obsesiona al hombre, por una mujer.




"Los sueños son pétalos de arena donde encallan los bergantines de mis auroras". Alberto Leon

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