martes, julio 27, 2021

Desgarro Pizarnik

Y con su daga el desgarro Pizarnik arriba…

Porque si bien en el coro de Rilke todos escuchan
el canto elegiaco que del hueso emana
ningún ángel se apresta a brindar consuelo.

Y con su daga el desgarro Pizarnik arriba…

El Silencio políglota entonces inunda
la estancia colmada de vapores insanos
donde la fe del tamaño de un grano de mostaza
debajo de la montaña sucumbe.

Y con su daga el desgarro Pizarnik arriba…

Se abren los ojos y se ve el desierto,
se abren los brazos y se abraza el desamparo,
se abre la piel y se siente el aire congelado.
No hay columna de fuego y nube
que de las huestes del miedo oculte.

Y con su daga el desgarro Pizarnik arriba…

Sin esperanza el futuro se oscurece
y el canto elegiaco se vuelve anatema
dirigida hacia una sombra siempre ausente
pero que tira del cuello a su antojo.
Y con su daga el desgarro Pizarnik arriba
para instalarse en la carne compungida.

"Los sueños son pétalos de arena donde encallan los bergantines de mis auroras". Alberto Leon

lunes, julio 26, 2021

Versos apócrifos de Cortázar a Pizarnik

De abril las lilas son las flores más crueles.
Inexorables, estrangulan a la primavera
en su afán de que en ellas tus ojos reencarnen
e irradien su luz de pájaro muerto.
¡Mi bicho, vení, mi bicho, quedate conmigo
en la mesa del silencio, bebiendo niebla,
a esperar las cenizas de la noche
con las cuales escribir versos aciagos.
Mi bicho, vení, mi bicho, quedate conmigo!

- Yo te quiero viva, burra.
-No quiero ir nada más que hasta el fondo.


Vos que sabés del árbol de la ausencia,
¿por qué nos obligaste a comer de su fruto?
Vos que sabés del tiempo y su número,
¿por qué en el reloj empalaste tus horas?
Queda el desgarro, un grito hecho jirones…
Y las libretas donde corría tu sangre
son ríos enjaulados en el desierto,
vestigios de una época marchita
para siempre enclaustrada en el viento.

- Yo te quiero viva, burra.
-No quiero ir nada más que hasta el fondo.


Aquí con nosotros se entretiene la angustia,
como la condesa de Bathory nuestras doncellas
desangra para mantenerse joven y radiante.
Aquí en sus espejos nos desfigura el miedo,
y clava nuestros pies y nos cercena las manos.
Tal es el destino del hombre, su condena,
en tu elegía así lo definiste con palabras
definitivas como la guadaña que se cierne
sobre nuestros cráneos vestidos de humo.

- Yo te quiero viva, burra.
-No quiero ir nada más que hasta el fondo.


Pero solo a ver el jardín viniste, ¿cierto?,
te enamoraste del viento y con él te fuiste
treinta y seis años después de haber llegado.
Bicho aquí pegada a la noche te reclamo.
Porque el olvido es un insulto a la memoria
y la jodida muerte una provocación infame,
Bicho aquí, pegada a tus huesos te reclamo...
Que de abril las lilas son las flores más crueles
dan constancia tus ojos en ellas renacidos.

- Yo te quiero viva, burra.
-No quiero ir nada más que hasta el fondo...
Hasta el fondo...
Hasta... el...
Has...



"Los sueños son pétalos de arena donde encallan los bergantines de mis auroras". Alberto Leon

Fuente

Tal vez es el eco del mar nocturno,
la quietud que respira en las montañas,
el intervalo en que la nada existe,
el acto que hace colapsar al tiempo.

Puede que se trate de la promesa
de que pronto todo será pasado,
de que el hastío perderá los dientes
y la amargura su insano apetito.

Quizá es ese recuerdo que no debe
perderse para que tenga sentido
recordar mientras muriendo se vive.

Te preguntarás, amiga, de qué hablo.
No es ningún misterio, es muy evidente:
hablo de la Fuente que está en tus labios.



"Los sueños son pétalos de arena donde encallan los bergantines de mis auroras". Alberto Leon