Incansable
No hay
noche
para la
sociedad hiperactiva.
En
ningún momento debe cesar
la
producción de bienes de consumo,
atreverse
a tomar un descanso
supone
pérdidas irreparables.
En los
vistosos aparadores
siempre
debe haber mercancías
para
saciar el hambre, la sed
de
identidad de poder de gloria.
Los
productos tienen doble función:
sostener
el régimen dominante
y
otorgarle a los dominados
un
falso sentido de pertenencia.
Por eso
la sociedad hiperactiva
no sabe
qué es la noche
ni que
los lejanos puntos luminosos
reciben
el nombre de estrellas.
Su
único propósito
es
fomentar la vacuidad
del
aquí y ahora.
"Los sueños son pétalos de arena donde encallan los bergantines de mis auroras". Alberto Leon
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