viernes, noviembre 04, 2005

I N T E R I O R


Adentro se escucha el plañido
de astrosos mancebos descalzos
que tomaron vidrios partidos
por adoquines de jacintos.

La carne es pabilo encendido,
el alma, vela ensangrentada.

Adentro las costras reniegan
su estado de inservible ripio,
quieren coger de nuevo el tallo
en donde eran lozana fibra.

La carne es pabilo encendido,
el alma, vela ensangrentada.

Adentro los pinzones chocan
sus trinos de liana volante;
trinos adornados con hoces
para herir la lengua del río.

La carne es pabilo encendido,
el alma, vela ensangrentada.

Adentro los niños descanzan,
las costras beben clorofila,
los pinzones limpian cuchillas.
Adentro va a pescar afuera.

La carne es pabilo apagado,
el alma, vela demacrada.

No hay comentarios.: